eva garcía fornet
amigasTengo una amiga que echó a un hijo por el vientre / y al principio fue bien, sintió la llamada de las hormonas, / que es una cosa como la que Tarzán sentía en los árboles / sólo que
barrio de toda la vidaMe subo a las azoteas del verano / para contar sábanas al viento / que hacen navegar las casas de pueblo / como veleros. / Por las aceras caminan mujeres / que llevan olores de pan cosid
barrio quinquiBarrio quinqui / de noches con ventanas abiertas / por donde se cuelan las malas borracheras. / En las azoteas los perros sufren su martirio de cuerdas, / si pudiesen hablar te contarí
cincuentenaSoy invisible como las cosas útiles y acaso un fantasma que nadie ve / hasta que no lo necesitan o se le pierden los calcetines, / entonces vienen a pedirme que les planche las cam
cristal de hieloAquí, entre el pulmón y otro latido, / hay un cristal de hielo / geométricamente perfecto. / Me pincha un poco cuando roza la carne, / y lo engaño tomando té / en el café pequeño del pue
cuando te conocíCuando te conocí tenías unos zapatos con agujeros que me daban pena. / Eran tus únicos zapatos, y cuando te fuiste a Madrid tu madre te miró / y te dio la maleta vieja de cuero de
cuento de inviernoLa nieve siempre cubre lo sucio, entierra lo podrido, / llena de luz los huecos muertos que deja el otoño, poco a poco, / sin que le asusten las promesas de luz de los tejados. / Si
el futuroHe visto el futuro. / No estabais ninguno. / Enormes naves de metal en las afueras / como barcos piratas abandonados en la arena. / Allí pondrán a todos los pensionistas pobres / que pel
el hombrecilloEl hombrecillo / sigue ahí apretando las costillas. / Le digo que no quiero ser / el sistema de creencias que otros pusieron en mí, / la genética del hambre de mis muertos, / el presente
el surEl sur, sí, recuerdo que era eso. / Un llenarse los zapatos de barro de naranjas / en el campo de antes de devorarlo el ladrillo. / Un dar pan al que venía pidiendo por casa / o un hol
emigranteEn esta ciudad nadie me conoce, ni nadie sabe mi nombre. / Podría estar tres días sin hablar con absolutamente nadie, / mientras ando por la calle resolviendo dudas lingüísticas co
eres malaEres más mala que la gangrena / le decían / y ella les tiraba piedras. / Se iba al descampado / a rescatar sacos con maullidos / a los que resucitaba con besos / comiéndose las hormigas. / P
fantasmas que traen los vendavalesNo soy de nadie, / quizás de los vendavales de viento / que giran sobre sí mismos / contándose las mismas hojas todos los días / o de los pasillos de los edificios / que brillan insomnes
generación fantasmaEs el número doscientos en la base de datos de la empresa / que almacena los solicitantes de empleo precario este mes / y como no se hace ya ilusiones manda currículums / como quien
gracias por viajar con ryanairSiempre que me bajo del avión me sangra la nariz. / Piso el suelo de Málaga bajo un charco de sangre. / Luego me llega el olor del perfume del duty free / y vomito el tunnbröd en el
hablando de la verdadComo los cadáveres en las playas bajo el sol del progreso / huyendo de ejecuciones dictadas por dioses apocalípticos / que sólo se preocupan de ganar la partida de ajedrez del oro
ir a cenarFuimos a un restaurante chino. / Era el más feo que he visto. / Una inmensa nave con una escalera / y nos sentamos cerca del techo / justo debajo de un globo / de los que se escapan a lo
la civilizaciónToda esta civilización, entre comillas, / casi que estaríamos mejor volviendo a dormir en los árboles, / escuchando de cerca al trueno y de lejos al agua, / viviendo poco, pero con e
la nocheLa noche tiene ruidos de elefantes mecánicos / que arrastran su pena de selva golpeando las tuberías. / Los huesos de la ciudad vieja se quejan / con silbidos eléctricos / que acompaña
mi padre es un piel rojaMi padre es un piel roja / pero ni él mismo lo sabe. / Con sólo olerla ve si la tierra es fértil. / Sabe el día propicio para las semillas. / Dice que la mejor medicina / es hacer algo q
no estásNo estabas en la cocina donde la cafetera se quejaba, / ni en la parada del tranvía cuando empezó a nevar. / Entonces pude ver perfectamente un copo de nieve / en la palma desdibujad
no sé qué me pasa hoyNo sé qué me pasa hoy / que huelo a humo y cielo. / Me lavé con jabón lagarto / hasta levantar la piel y ver / todo el dolor que guardaba. / Después me caí en la nieve / y en su tumba de p
no soy poetaYo no soy poeta, soy una antena, / y las cosas se me presentan con su nombre primigenio en mi cocina / llamándome como fantasmas para que las convoque en esta niebla / y se os caiga
os cuentoSe ha derretido la nieve, subió la temperatura nueve grados / por encima de cero, y ahora diluvia, no sé explicaros el mecanismo / por el cual el viento casi me abduce ahora mismo /
quédateQuédate / porque bailaremos en cubierta / con la orquesta de los naufragios. / Porque cantaremos himnos optimistas / cuando empiece la guerra. / Porque seremos los dos borrachos / que no s
radiografíasCuéntame tú como soy, yo es que llevo poco tiempo bajo mi piel / y desde tus gafas de juzgar seguro que ves las cosas más claras. / Dime si estuviste cuando mi apellido decidió mi
rebajasOportunidades y saldos / en la planta cerca del infierno / donde gente perpetuamente cabreada compra / bolitas perfumadas, sartenes, / tacones para sufrir, píldoras para calmar, / en fin
regresosAl regresar al pueblo sólo le esperan a uno las esquinas / con los postes de la luz sosteniendo a duras penas con su altivez carcomida / los cables negros a punto de electrocutar g
todos quieren lo mismoTodos quieren un amor como el del anuncio de colonia, / cuando un tipo con smoking sale súper enamorado / diciendo que hacerlo inolvidable es cosa tuya. / La acera está mojada, el ti
uppsalaEl otoño se enreda en los hilos helados del aire / que baja de las colinas llenas de tumbas vikingas / mientras los estudiantes empujan a los viejos / que compran lotería en el super
vagabundoBajo la lluvia helada de octubre / el vagabundo viejo huele el olor a pan y a canela / que viene del supermercado. / Se encoge en su chaqueta y desaparece / bajo su gorro de lana, bajo