PAÍS POEMA

Autores

eva garcía fornet

cuento de invierno

La nieve siempre cubre lo sucio, entierra lo podrido,
llena de luz los huecos muertos que deja el otoño, poco a poco,
sin que le asusten las promesas de luz de los tejados.
Si cae la nieve se convierten en copos las humedades del corazón,
duele menos el circular de la sangre, porque somos estalactitas
y dentro de nuestro iglú el hombre civilizado no pasa.
Mar helado, nieve en el horizonte, y el instante del Fata Morgana,
ahí está, la ciudad celeste del norte, el lugar donde ocultarte para siempre
de los cobradores de impuestos, de tus padres, de los psicópatas de oficina,
de los tuistars de pacotilla, de los vendedores de El Corte Inglés
que te preguntan por milésima vez qué deseas. ¿Que qué deseo?
Una nieve y un sendero a la ciudad celeste donde no existe el dinero.
Es que nieva, que nieva, y mi cuerpo se vuelve choza de madera.