Mi padre es un piel roja
pero ni él mismo lo sabe.
Con sólo olerla ve si la tierra es fértil.
Sabe el día propicio para las semillas.
Dice que la mejor medicina
es hacer algo que puedas tocar
con las manos cada día.
Nunca ha pedido un crédito ni una hipoteca.
Dice que todo lo que le debes al banco
es sólo un sueño en tu cabeza,
que nada de lo que le debas a nadie
te pertenece como tú te piensas.
Mi padre es un piel roja
y sabe que las luchas de los pieles rojas
son siempre luchas perdidas.