Cuando en el muro de lluvia
Febo, nuestro dios, incide,
un arco de luz se anuncia
coloreado de matices.
El mismo círculo veo
en la neblina trazado;
siempre será arco del cielo,
aunque sea blanco su halo.
No debes, vital anciano,
sentir por eso dolor.
Aun siendo tu pelo cano,
tú vivirás el amor.