HORACIO.
Quando yo te era gustoso,
Lydia, y con estrecho nudo
Fuí sólo quien ceñir pudo
Tu blanco cuello hermoso;
Y con inviolable ley
Guardaba las de mi amor,
Era mi suerte mejor
Que la del Persiano Rev.
LYDIA.
El tiempo que tu me amabas
Mas que á Cloe, y con envidia
General, era tu Lydia
Sola la que tu estímabas;
Y que mi belleza y brio
Cantaste en verso amoroso,
El nombre de Ilia famoso
No fué mas claro que el mio.
HORACIO.
Mas á quien ya quiero y celo
Es Cloe, que tañe y canta
Con gracia tal, que levanta
Los ánimos hasta el cielo.
Por quien, como le conceda
El hado una larga vida,
Vendré á dar por bíen perdida
La que por vivir me queda.
LYDIA.
Yo quiero de amor leal,
Correspondiente y divino,
A Calais, hijo de Ortino,
Y de Thurio natural.
Por quien la muerte aunque amarga,
Me ha de parecer contenta,
Porque el cielo le consienta
Que viva una vida larga.
HORACIO.
Y si muestra antigua Diosa,
Que goza en ver los mortales
En lazos de amor iguales,
Vuelve mi pecho amorosa?
¿Y si me impone su yugo
Y á Cloe cierra la puerta,
Dejándola toda abierta
Porque Lydia
LYDIA.
Aunque es Calais hermoso
Mas que rayo del Sol puro,
Y tu tan voltario y duro
Como el Adria borrascoso.
Yo tus caricias prefiero
Y vivir siempre á tu lado,
Que viéndote enamorado
A tu lado morir quiero.