Echóse á pescador el Dios Cupido,
Y la mar en que pesca es el poblado;
Rubias y hermosas ninfas el pescado,
De plata son las redes que ha tendido.
El plomo que por ellas ha esparcido
Son talegos con mucho del ducado,
Cadenas de oro, sayas de brocado,
Ambar, perlas, cristal, marfil bruñido,
Yo le dije: «Amor ciego, no te arrojes;
»Pon en esa tu red diestra osadia,
»Ilustre sangre, ingenios celestiales.»
Respondió el hi-de-pu ta: «en los relojes
»Hay harto ingenio, en fieras valentía,
»Y armas bastantes tienen los reales.»