Salgan á luz los hechos soberanos
Del invicto y cathólico Fernando
Gloriosísimo Rey de los Ispanos,
El famoso valor del Mauro vando,
Y el del Hesperio, á quien, el culto Cueva
Va con su vivo ingénio eternizando.
Acuda Febo á sustentar la nueva
Machina inmensa i Marcial incurso,
Qu’ en su cerviz el nuevo Alcides lleva.
El sacro Bétis con furioso curso
Lleve la relacion al mar de España
Deste generosísimo discurso.
Porque de allí se estienda la hazaña
Por el unido Reino Anfitriano,
Todo lo que del orbe ciñe y baña.
La Vírgen Clio al canto soberano
Con el Pierio coro siempre asista,
Tocando el Plectro á vezes con su mano.
Gózesse ya la Bética conquista
Cantada, ó Cueva, en tus heroicos versos
Nunca en tan alto estilo jamás vista.
Los instrumentos bélicos diversos
Parezcan ya, i el bélico estandarte
Con mil sucessos prósperos y adversos.
I la varia Fortuna, que reparte
Como quiere los trances de la guerra,
Muestre su variedad con la de Marte.
El bárbaro infiel, que de la tierra
Fué ya Señor, escombre el fértil suelo
Que al vencedor su cuerpo santo encierra,
Rompa el estruendo el aire hasta el cielo,
Suenen las armas entre sangre y muerte,
I el funesto clamor y desconsuelo.
Y tú divino Cueva, que la suerte
Del disponello todo te á cabido
Principia el hecho riguroso i fuerte
I espera del, por premio merecido
Que Márte, Tiempo, Invidia, ó nueva Istoria
No podrá sepultar en el olvido
Tu nombre digno de inmortal memoria.