…y vi la sombra muda del destino,
los límites dispersos, la osamenta
de ancestrales guerreros, lo que cuenta
el oráculo en Delfos, pergaminos
en las ruinas de Tebas. Vi caminos
y torpes caravanas en su lenta
procesión hacia Roma. Vi la afrenta
a una esclava en decúbito supino.
Todo esto sé; del Alfa y de la Omega,
del eterno retorno. Todo he visto:
el miedo y la moneda, Judas, Cristo
y a Pedro que nos ama y que nos niega.
Mas nunca divisé cómo se llega
al tiempo y dimensión donde ahora existo.